sábado, 3 de julio de 2010

toni amber....para toni en su cumpleaños




TONI AMBER, EL DUENDE QUE SE MIRO EN LOS OJOS.

Nadie creía que aquel duende  que llevaba sobre la cabeza, un  sombrero  color anaranjado y lleno de picos simulando un sol. Fuera capaz, de llegar a la cima del monte Oliva.
Cuando Toni nació, su madre se maravilló al verle en esos pequeñitos ojos una luz ámbar  Parecía que dentro de esos ojos se guardaba el   cielo ,en el tiempo cque se dispone a dormir. Su madre le llama  toni amber. Y este pequeñito duende que tenía metido en los ojos el atardecer, era un niño muy inquieto que siempre estaba husmeando en el bosque, tratando de aprender todas las maravillas de la naturaleza. Los bichos del bosque se acostumbraron a su presencia y lo sentían como uno de ellos. Toni amber, solía pasar la tarde debajo de aquel helecho que se llamaba hojitas.
Eran muy buenos amigos, aunque toni era alérgico a las esporas. Aun así, había podido  sostener esa extraña amistad.
Un día, el helecho que ya era bastante mayor de edad, tenía como 262 años, le comentó tristemente, que tiempo atrás, alguien, una mujer de rostro muy blanco, ojos muy azules y pelo gris, se había acercado a él y le había pedido que le regalara dos ramas del helecho. Pero como  hojitas era joven y era muy egoísta no quiso dárselas. Entonces la mujer se echó a llorar, tendida sobre el pasto, mojándose con la humedad de la hierba.
-       - ¡Bah!- pensé- esa mujer llora para convencerme de que le regale  dos de mis ramas.- Le comentaba hojitas a Toni amber. Pero que  no se  había dejado convencer.
Hojitas escuchaba como la mujer sollozaba enterrando el rostro en el pasto.
En ese momento, el corazón de hojitas ya estaba cediendo ante el llanto de la mujer, cuando notó que un hombre vestido de negro, con un gorro mas grande que la cabeza, había llegado y le decía a la mujer.
-       - ¡Eres una incapaz!  Te pones a pedirle al helecho , en lugar de arrancarle las ramas. – y diciendo esto, hizo un paso sobre la cabeza de la chica, y la convirtió en un asno gris.
El único asno , en todo el bosque con ojos azules y pelambre gris.
El hombre se fue y el asno se quedó ahí al lado del helecho, sin entender que le pasaba. Cuando salió de la sorpresa, camino rumbó al arroyo y asomo su cabeza al agua.  Al ver en lo que el hombre la había convertido echo a correr, terriblemente asustada. Y jamás la había vuelto a ver.
Esto le comentaba hojitas a toni amber. Además le confesó que ese mal momento no se le había podido borrar del corazón, que se consideraba el principal culpable, porque no supo ser humilde y caritativo. Y que eso no le dejaba descansar. Pensaba que ya era tiempo de dormir eternamente, pero que mientras tuviera ese pendiente, no podía pasar al otro mundo. Que solo esperaba verla aparecer entre los árboles, pero que el tiempo pasaba  y pasaba y nada. Y él, la verdad, ya estaba agotado, que las hojas se le estaban secando y se  le caían por decenas. Que el día que se quedara pelón sería una clara señal que no habría más tiempo para esperar.
 Y él no se quería morir sin resanar en algo el dolor tan grande que le había ocasionado a esa mujer.
Toni ámber lo escuchaba  con mucha atención mientras pensaba que él tenía que  ayudar a su amigo , que si el podía quitarle ese peso de la conciencia y lograr que marchara a la luz, con felicidad., entonces habría hecho una buena labor.  Para eso eran los amigos, para apoyarse y sanarse mutuamente.
-       No te preocupes  hojitas- le dijo toni- yo iré en busca de ese asno y lo traeré hasta acá para que puedes hablar con ella.
-       Lo harías?- se asombró el helecho.
-       Claro!  ¿acaso no soy tu amigo? Los amigos se ayudan en todas las circunstancias. Asi que , despreocúpate, yo iré en busca del asno…¿Qué rumbo tomó?
-       Ja, ja ,ja- se rió el helecho- ¿Qué rumbo tomó?, se fue por allá. Pero de eso, ya  hace mas de cien años- le dijo
-       Por algún lugar debo comenzar,- le dijo amber-, que importa cuánto tiempo haya pasado. Pero , primero tengo que avisar en la villa que marcho y seguramente, mañana antes de que salga el sol, partiré en su búsqueda.
-       Gracias amigo toni, no esperaba menos de ti.
-       Espero traerte buenas noticias hojitas. Pero recuerda, en todo lo que tengo de vida, jamás he salido de la villa , más que para venir a visitarte.
-       Por eso valoro más tu compromiso, Porque  demuestras mucho valor, y eso no cualquiera.
-       Por ayudar a un amigo, lo que sea hojitas.

La madre de toni no quería dejarlo ir, temía por él. Los duende eran, al mismo tiempo, muy deseados y muy odiados, y la señora tenía miedo  de que toni fuera a encontrarse con algún malvado que le hiciera daño.
-       Mamá – le dijo toni- es simple viajare por el dia invisible, nadie sabrá que voy por ahí, asi que no temas, no me pasará nada, y en menos de lo que imaginas, estaré por aquí con buenas noticias.
Y diciendo esto tomó, su mochila y salió por el camino, alejándose de la aldea rumbo al monte oliva, hacia allá había señalado el helecho.
Conforme avanzaba por los caminos encontró muchos peligros. En un claro del bosque se encontró con personas parecidas a él, pero gigantescas, se atrevió y con mucho cuidado se acercó a ellos…toni era tan pequeñito que no podía ver por encima del zapato del hombre,  el zapato era mas alto que toni.
-       Como podrás acostumbrarse a ser tan grandes? ¡que incomodidad!- Pensaba toni, asombrado a ver que esas personas parecían montañas .
Y cuando estaba ahí midiéndose con el zapato.. escucho un trueno muy fuerte. Se volvió , justo cuando un bebe lo tomaba del sombrero y lo izaba hasta sus ojos.
-       Homiga- dijo el bebe
-       ¡Una hormiga!!! Suelta niña!!!-
Y con sorpresa, Toni se vio lanzado por los aires , victima del golpe que la mujer le había dado en la mano a la niña, temerosa de que la hormiga le picara. Claro que no era una hormiga sino Toni. Pero la señora no se detuvo a investigar.
Aventuras como estás era las que su madre temía, los hombre eran tan grandes que podía pisarlo y hacerlo pasta debajo de la suela del zapato.
Pero toni disfrutaba de manera increíble su libertad. Pudo hacer amistad con un par de mariposas coquetas que se la pasando de flor en flor. Coqueteándoles con el rumor de las alas. Una de ellas se acerco volado y se puso frente a su cara
-      - ¿Qué haces en estos parajes? No perteneces a estos ambientes. ¿Qué te trae por aquí?- le pregunto la mariposa.
-       - Pues…- le dijo – ando buscando un asno
-       -¿un asno? Uyy hay muchos asnos por aquí
-       - Si? Siiiii!!-, pero este asno es especial
-       - Ah,  si … y porqué?
-       - Pues….. verás, es un asno con ojos azules
-       - ¿Por qué buscas a mariquita?¿para qué la quieres?
-       - Se llama mariquita?
-       - Claro!! Mariquita la llorona. Tiene muchos años viviendo al lado del manantial, rumbo al paraje de los indios ¿ sabes porque se llama asi?
-       - No…¿por qué se llama así?
-       - ¡No lo sé! Por eso te lo pregunto para ver si tú sabías.- le dijo la mariposa-. Si quieres yo puedo llevarte con mariquita.
-       - ¿En serio? ¡que bueno!  Es que no sabría para donde ir.
-       - Aurora!!!- gritó la mariposa- vamos con mariquita a llevar a este duende – ah, pero, con la condición de que me regales tu sombrero.
-       - ¿Mi sombrero?- le dijo el toni al tiempo que se tocaba su hermoso sombrero de mil picos color naranja.- mi sombrero es un regalo de mi madre.
-       - Bueno, tu sabrás…el sombrero y te muestro el camino,  pero si no hay sombrero…tendrás que buscarlo tu solo y puede que te tome toda la vida.
Toni se quedó muy pensativo,  era el sombrero que  su madre le había confeccionado con mucho amor,  cómo podía regalarlo. Por un lado hacerlo significaría que  ya estaba por encontrar a mariquita y si no se lo daba tardaría más tiempo, pero ya sabía el nombre del lugar donde vivía el asno.
-       - Lo lamento mucho,- le dijo toni-, pero no puedo regalarte mi sombrero, está lleno del amor de mi madre. Lo traigo conmigo siempre porque de esa manera sé que mi madre me acompaña. Si te lo regalo le causaría mucho dolor, y yo me sentiría muy solo sin su compañía. Pero no te preocupes,  mariposa, daré con el asno..tarde o temprano…daré con el asno
-       - ¡Bah!- rezongó la mariposa.- de todos modos, qué iba a hacer yo con ese sombrero, ni modo de usarlo de vestido o de cortina, ni para cama me sirve. ¡Vamos! Te llevo…
Toni acompañado de las dos mariposas cruzaron el claro, pasaron una vereda  y se encontraron con una pared de arboles que parecían impenetrables . 
- detrás de esta frondosa arboleda encontraras una cueva muy profunda. Ahí mismo está mariquita . Desde que la conozco se la pasa llorando por los rincones, ciertamente no sé -- - qué le pasa..pero me da mucha pena…mucha pena…
Toni amber  se hizo pequeño pero muy pequeño para así  poderse meter entre los gruesos troncos de los árboles, que e agrupados en largas filas y pegados unos con otros como si fuera continuación del mismo tronco  no dejaban pasar a nadie.
Los arboles agachaban su fronda para ver quien osaba meterse entre ellos,  y a penas lo lograban distinguir como un punto verde que se movía entre la hierba crecida. Era toni que lejos de tener temor, se sentía el duende más feliz y más libre del mundo.
Cuando llegó a la entrada de la cueva, se detuvo un momento tratando de adivinar que encontraría en aquella oscuridad. De la mochila saco un lámpara de aceite y la encendió. Con la lámpara en la mano se introdujo por la pequeña entrada  y empezó a avanzar, la luz de la  lámpara   era muy tenue, pero solo alumbraba lo suficiente para que Toni pudiera mirar el camino. Dentro de la cueva se escuchaba el sollozo de alguien. Seguramente de mariquita que estaba por algún lugar de la cueva.
De pronto toni se encontró
 frente a tres entradas mas, que estaba pegadas una enseguida de la otra, por una de las entradas salían los sollozos…
Toni se quedo pensando de donde venían los sollozos…¿Por qué entrada debía ir primero..? Estuvo pensando por cinco minutos y luego entro
Se introdujo en esa cueva y he ahí que ahí una colonia de murciegalo





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